¿Que es abuso sexual?

¿Que es el abuso sexual?

Para hablar de abuso sexual, primero hay que hablar de sexualidad y el lugar que ocupa en nuestra vida.

Cuando Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, y le confirió un lugar importante en la creación y delante de él, la sexualidad iba incluida. Cuando Dios vio al ser humano y se alegró de su obra y vio que era buena, ¡también lo era la sexualidad!

La sexualidad no solo son las relaciones sexuales. La sexualidad es algo mucho más profundo y fundamental en el ser humano, e incluye el sexo, el género, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción. Y “se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones” (Amssac, 2023).

Esto significa que la sexualidad no se reduce tan solo al uso que le damos a nuestros órganos genitales, ¿verdad? Sino que tiene que ver con muchos otros aspectos de nuestra vida y que la expresamos todos los días. Porque todos los días la llevamos con nosotros a donde quiera que vayamos…

Lastimosamente, después de que Dios bendijo al ser humano en todos sus aspectos, llegó el pecado. Y el pecado lo trastornó todo. ¿Recuerdas que después de haber comido el fruto prohibido, la Biblia dice que Adán y Eva al darse cuenta de que estaban desnudos se cubrieron? Y luego, cuando Dios llamó a Adán, este le dijo que “tuvo miedo porque estaba desnudo” (Génesis 3: 7-10).

A partir de ese momento, y luego dependiendo de cada lugar, cultura, y creencias religiosas, los seres humanos comenzamos a tratar con vergüenza nuestra sexualidad. La escondemos como si fuera mala o sucia. No hablamos de ella porque nos da pena. ¡Incluso usamos otros nombres para referirnos a los órganos genitales y hemos creado insultos y malas palabras haciendo referencia a ellos! Pero la sexualidad sigue siendo creación de Dios, y cuando Cristo murió en la cruz para salvarnos de nuestros pecados, también le ofrece redención.

El abuso sexual entonces, es consecuencia directa del pecado del ser humano, porque como ocurre con todo lo que el pecado provoca, el abuso es un mal uso de la influencia, posición, fuerza, poder, autoridad, rol, recursos, conocimiento, etcétera que una persona tiene, con el fin de obtener algo para él o ella, sin tomar en cuenta a la otra persona. El abuso sexual implica un desprecio no solo por el vínculo que el agresor tiene con su víctima, (por ejemplo, si es una hija (o), nieta (o), sobrina (o), hermana (o), etcétera), sino que también desprecia sus sentimientos, necesidades, emociones y sexualidad. Quien abusa sexualmente de otra persona, ya sea niño o adulto, peca contra sí mismo, contra Dios y contra su víctima, porque el abuso sexual es una ofensa grave delante de Dios y la comunidad, que provoca un daño profundo en las personas, no solo físico, porque como hemos visto, la sexualidad está presente en todas las áreas de nuestra vida, y a veces, si no se trata adecuadamente en terapia, ese daño es para toda la vida.

Esto es así, porque en general, el abuso sexual lo comete una persona en la que la víctima confiaba y cuya responsabilidad hacia ella era amar, cuidar, proteger y guiar en la vida. Estamos hablando, sobre todo, de adultos, jóvenes o adolescentes, en su mayoría hombres, que eligen un momento, día, lugar y forma para abusar de un niño, niña u otro adolescente de menor edad o con algún tipo de discapacidad.

El abuso sexual puede darse de muchas formas.

A veces creemos que se comete solo en la forma de violación. Pero recuerda que el abuso sexual no tiene que ver tanto con la forma en que se comete el delito, sino con la intención con la que se lleva a cabo.

Por eso, el abuso sexual puede incluir tocamientos en diversas partes del cuerpo con intenciones sexuales o de seducción de parte del agresor hacia la víctima. O hacer que la víctima toque los genitales del agresor.

Incluye meter el pene, los dedos u otros objetos en la boca, ano o vagina de la víctima.

O hacer que la víctima meta los dedos u otros objetos en la boca, ano o vagina del agresor.

También es abuso sexual cuando un niño, niña o adolescente es obligado por un adulto o persona de mayor edad a ver contenido erótico o pornográfico mediante la fuerza, el engaño o la presión. O cuando es convencido u obligado a desnudarse para que el agresor lo vea o para que lo fotografíe o grabe en video.

Es abuso sexual cuando el agresor no toca a su víctima, pero lo obliga a verlo mientras se masturba o exhibe sus genitales.

¡Ninguna persona debería ser sometida a estas formas de abuso sexual!

Y recuerda, el abuso sexual no es una manera “normal” o “natural” de presentar la sexualidad a la infancia.

Lugares, momentos, oportunidades para el abuso sexual

Los agresores esperan el mejor momento para abusar de su víctima. Las estadísticas nos dicen que el 80% de los agresores tiene una relación de parentesco con la víctima. Es decir, tiene acceso directo a él o ella y además, conocen los espacios de su casa, las rutinas, horarios y dinámicas de la familia. Conocen las necesidades de las víctimas y se presentan como “salvadores” o se acercan como “amigos” de la familia, cuyas intenciones responden, precisamente a lo que la familia requiere en ese momento, por ejemplo, cuidar a los niños cuando mamá o papá se enferman o tienen que salir a trabajar, apoyar económicamente a la familia cuando hay desempleo o gastos médicos, o los niños van a regresar a la escuela.

Debes saber que los agresores sexuales PLANEAN el abuso que van a cometer. Por eso nunca, el abuso sexual infantil, es un “error” o “algo que no va a volver a pasar”. En cada caso hay una intención detrás, un cálculo, una estrategia.

También debes saber que el otro 20% de agresores sexuales lo componen personas que tienen alguna relación de confianza o autoridad sobre los niños y niñas: maestros, entrenadores, líderes de grupos, líderes religiosos, y en menor medida, desconocidos.

¡Cuida a tus hijos e hijas y habla con ellos sobre cuáles deben ser los límites que otros adultos deben respetar en torno a su cuerpo y su sexualidad!

Para saber más te recomendamos ver los siguientes videos:

Diálogos en confianza. Consecuencias del abuso sexual infantil: