Herramientas de prevención

¿Qué puedes hacer para prevenir el abuso sexual infantil?

Rompe el silencio.

Este es un tema tan terrible que no nos atrevemos a tocarlo con nuestros hijos e hijas y preferimos cerrar los ojos y desear con todas nuestras fuerzas, que nunca nos pase a nosotros. Pero ¿qué crees? Los agresores aprovechan este silencio, el tabú que rodea al tema para cometer impunemente el delito. Una de las estrategias que ellos usan para hacer que los niños y niñas no hablen al respecto con nadie es amenazarlos o asustarlos con cosas horribles que podrían pasar en la familia si es que ellos se atreven a decir lo que les está pasando.

Por eso es crucial que tú como papá, mamá, tía, tío, abuela, abuelo, maestro, líder te atrevas a romper el silencio en torno al abuso sexual. Habla con tus hijos e hijas, con tu pareja, con tu familia. Edúcate en una sexualidad sana y redimida, busca orientación, sana tu propia historia en caso de haber sido abusado (a) sexualmente.

Reorganiza tu rutina.

Sé que la situación económica de la mayoría es muy difícil en nuestros tiempos, o que tener familia no significa tener que abandonar los proyectos profesionales o laborales. Pero mientras tus hijas e hijos sean tu responsabilidad directa, por favor, organízate para poder estar con ellos, llevarlos, traerlos, convertir tu propia casa en un lugar seguro incluso para sus amigas y amigos. Y cuando tengas que dejarlos con alguien más, haz caso a tu intuición. Si esa persona no te da “buena espina”, entonces ¡busca otra! Platica con tus hijos, pregúntales cómo se sienten con la persona que los cuida cuando tú no estás, mantente en constante comunicación, ensénales a poner límites y sobre todo, habla con la persona que los cuida sobre el tema, para que esté consciente de que en tu casa y en tu familia, ya no se guardan ni silencio ni secretos.

Pide a las distintas instituciones o lugares a donde llevas a tus hijas e hijos que te muestren su política de protección hacia la infancia.

Sí, suena exagerado, pero la verdad es que no podemos confiar ciegamente en la gente, y menos en un mundo caído como el nuestro. Quizás la alberca a la que llevas a tus hijos, o la escuela no tengan una política, pero al hacerlo, estás poniendo sobre aviso al personal que ahí labora de que hay una mamá o un papá que está rompiendo el silencio y que está informado sobre el tema y eso podría disuadir a los agresores y animar a la institución a diseñar su protocolo de protección.

Genera redes de protección con tus vecinos, amigos, familia, hermanos de la iglesia.

Aunque no podemos confiar ciegamente en toda la gente, sí hay personas en quienes podemos confiar y unir fuerzas para proteger no solo a nuestros niños, sino a los de una comunidad más amplia. Reúne a un grupo de personas en las que confíes y hablen del tema. Hagan un plan de rotación en caso de que deban cuidar a las niñas y niños de unos y otros, establezcan reglas de conducta, límites, consecuencias. Si tienes un grupo de whatsapp, comparte contenido informativo útil al respecto, recuerda, romper el silencio podría ser molesto para algunos, incómodo para otros, y, ¡amenazante para los posibles agresores! Pero alguien tiene que empezar a hacerlo. Reúnan a las niñas y niños que van a estar en esta red y hablen con ellos sobre el tema. Denles la confianza de ser adultos responsables y cuidadores.

Estas son solo algunas ideas, seguramente en tu familia pueden surgir más, ¡ponlas en práctica! Nunca habrá demasiada prevención cuando se trata del abuso sexual infantil.

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Prevenir abuso sexual infantil