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Steve Plenert es el co-representante de CCM Bolivia. 

Parte de lo que hace fascinante el trabajo de CCM es que, como una ONG extranjera, tememos que tener cuidado con “lo político,” pero también tenemos una llamada de trabajo con asuntos sociales, como la pobreza, empoderamiento de las mujeres, y protección de la niñez, mientras seguimos las leyes locales.

Acá en Bolivia “lo político” esta tomando fuerza de manera grande. Las elecciones de la Corte Suprema pasaron solamente días después de que, la misma corte suprema había aprobado la reelección de Evo Morales, es decir habilitó al actual presidente para que se postule como candidato en las próximas elecciones del 2019, y aprobó que se hagan cambios en la constitución que permita la reelección indefina. En la elección de Magistrados y fiscales de la corte Suprema de Justicia del pasado mes de octubre, se obtuvo más del 50% de votos nulos como protesta de la sentencia de la Corte. Desde hace 4 meses más fue promulgado un nuevo Código Penal, y otra vez, “lo político” esta tomando el centro de la vida pública. El viernes pasado, hubo un paro cívico y pacífico, valorado por las autoridades cívicas departamental como “contundente,” la ciudad, provincia y municipio pararon en su mayoría (más o menos un 90%).

Anna Vogt.

El nuevo código penal tiene unas partes muy controversiales. Las mas dramáticas son las sanciones para médicos y asuntos de negligencia profesional. Pero, además, unas iglesias, tanto en Bolivia como internacionales, han mirado el articulo 88 con sospecha en el nuevo código. De primera vista, el artículo habla sobre la trata de personas, pero, las palabras hacen mención de “cultos” aunque no de iglesias cristianas. Acá está el articulo:

  1. Será sancionada con prisión de siete (7) a doce (12) años y reparación económica, la persona que, por sí o por terceros, capte, transporte, traslade, prive de libertad, acoja o reciba personas con alguno de los siguientes fines:
    Reclutamiento de personas para su participación en conflictos armados o en organizaciones criminales o de culto.

En conversaciones con Bolivianos que prestan mucha atención al contexto local, lo que he escuchado es que los cristianos y las iglesias deberían estar en favor del articulo porque no esta hablando sobre iglesias legitimas. Además, pretende de fortalecer la ley sobre las atroces prácticas de la trata de personas que, trágicamente, tienen un impacto en esta cultura. Hay muy pocas probabilidades de que el gobierno capture pastores por predicar las buenas nuevas del evangelio a personas que buscan la paz y la liberación en sus vidas y comunidades. Esta no es la intención aparente del decreto.

Cochabamba. Anna Vogt.

Eva Morales es la directora del socio de CCM, Paz y Esperanza, una organización eclesial que trabaja en temas de género y violencia. Ella nos dice que:

Como se puede leer es la sanción de delitos contra la humanidad, trata y tráfico de personas, no se está sancionado la libertad de conciencia o culto.

Eva dice que las regulaciones reforzadas, como estas, son necesarias y apropiadas. “Se esta esta sancionando el delito y esto está correcto, porque cualquier persona podría cometer el delito incluso los grupos religiosos o culturales o sectas que se sabe que podrían captar a personas para fines de explotación sexual comercial, explotación laboral, tráfico de órganos, etc.” Paz y Esperanza no tiene miedo del gobierno ni del código penal con este asunto especifico. Para la organización seria mejor si las iglesias tuvieran menos miedo de esta clase de “lo político” y mas animo para trabajo los asuntos reales que se encuentran hoy en día, como la trata de personas, el trabajo infantil y violencia de género

“La iglesia ha leído e interpretado de forma equivocada y alarmista porque creen que con este articulo serán perseguidos y limitados en sus actos de evangelización, y misión.”

Eva dice. Nos recuerda que vale la pena prestar atención al contexto. De hecho, el nuevo código penal pretende reemplazar el sistema previo, hecho durante la dictadura en los 70s. “Este nuevo sistema de código penal intenta hacer un avance en temas de derechos humanos,” dice. Para Eva, su mayor critica es como se produjo el código, sin la participación suficiente de la ciudadanía en su construcción.

Siempre es importante prestar atención a lo políticos. No estamos ciegos en frente a lo que hace el gobierno ni de su legislación. Sin embargo, nuestro rol de ser constructores de paz nos anima a leer y participar con una mirada crítica. Parte de este proceso implica tomar el tiempo de buscar y recopilar datos y hechos sobre un asunto. ¿Qué dicen las organizaciones amigas, como Paz y Esperanza, o otros grupos que trabajan de cerca sobre el tema? ¿Hemos tomando el tiempo para leer en su totalidad el documento en cuestión, como el Articulo 88? Puede que nos veamos forzados a revisar muchos datos, pero este puede ser un proceso útil de participación crítica, en lugar de tomar conclusiones que pueden ser manipuladas. Quizás la redacción del Artículo 88 podría mejorarse, y este puede ser un punto de diálogo, pero ¿podemos estar de acuerdo de la importancia de proteger la dignidad humana y acabar con la trata de personas? A través de prestar atención critica, podemos enfocarnos en lo que realmente importa: vidas humanas impactadas por el crimen.

Cuando nos involucramos en una situación, lo hacemos en nombre de los que hemos sido llamados a servir y junto con los que nos han pedido trabajar con ellos. Siempre hay amenazas a la existencia de la iglesia, pero esas amenazas usualmente surgen cuando la iglesia está principalmente preocupada por su propia existencia. Cuando CCM y las iglesias buscan, como la visión de CCM dice: “compartir el amor y la compasión de Dios en nombre de Cristo, respondiendo a las necesidades humanas básicas y trabajando por la paz y la justicia,” tenemos muy poco que temer.

Anna Vogt.