(Text in English below)
Este mapa muestra el equipo del CCM Honduras. Trabajamos con organizaciones locales que en su mayoría trabajan con poblaciones marginalizadas. Esta historia esta escrita por Ilich Avilés, un joven nicaragüense con el programa de YAMEN que está sirviendo junto con el Proyecto MAMA en San Pedro Sula en la colonia de Asentamientos Humanos 6 de Mayo, donde MAMA ha tenido una presencia por varios años en el área de educación.
Lo que cuenta es algo que vivimos como equipo del CCM y algo que se vive a diario en las comunidades donde estamos. Las personas que viven en estas situaciones a veces no tienen la posibilidad de salir, mientras nosotros sí. Pero sentimos junto con estas organizaciones y las comunidades con quienes trabajan que es un llamado de Dios a la Iglesia estar presentes en estos espacios, y así contribuir a la promoción del Reino de Dios.
Compartimos esta historia para mostrar la esperanza que podemos mirar en medio de estas situaciones, y ver cómo las personas con las que estamos relacionándonos hacen de nuestro servicio una transformación de nuestras vidas y nuestra visión de Honduras.
Para aclarar unas palabras que utiliza Ilich, ”rapidito” es un bus pequeño en la zona urbana, y ”colectivo” es un taxi que se comparte con cuatro personas que va hacia una ruta específica.
This map show the MCC Honduras team. We work with local organizations, most of whom work with marginalized populations. This story is written by Ilich Avilés, a Nicaraguan young adult with the YAMEN program who is serving together with Proyecto MAMA in San Pedro Sula in the community of Asentamientos Humanos 6 de Mayo, where MAMA has had a presence for many years in the area of education.What he tells is something that we as an MCC team live and something that is lived out on a daily basis in the communities where we are located. The people who live in these situations sometimes do not have the possibility of leaving, while we do. But we feel, together with these organizations and the communities with whom they are working that this is a calling of God for the Church to be present in these spaces, and so contribute to the promotion of the Kingdom of God.
We share this story to show the hope that we can see in the middle of these situations, and see how the people with whom we are relating make our service a transformation of our lives and our vision of Honduras.
To clarify some of the terms that Ilich uses, a ”rapidito” is a small bus in urban areas, and ”colectivo” is a taxi that is shared with four other people and follows a set route.
(English translation below)
Paz en medio de la guerra
Hoy amanecí renovado luego de un fin de semana de mucho compartir con mis comunidades, disfrutando de diálogos, caminatas, mudanzas y juegos que me llenaron la vida y me hicieron vivir el amor en su plenitud. Me recordaron cómo ser amado y amante, capaz de recibir y dar todo el amor que se me ponga enfrente.
Este fue mi fin de semana… este es mi Lunes:
En la parada de buses, dos rapiditos no se detuvieron y junto a mi mamá anfitriona caminamos un poco más de lo habitual para poder abordar un rapidito. Cuando por fin lo abordamos, estaban dentro dos jóvenes de la iglesia que nos recibieron de una forma afectuosa y alegre. Fueron mi paz en medio de la frustración del transporte en los RAPILOCOS.
Caminando hacia el taxi colectivo para 6 de mayo, iba en medio de la carretera y un bus pasó salpicando agua sucia de un charco, mojándome los pantalones, los zapatos y una fotocopias que llevaba en la mano. Por dentro gritaba “ Son of a Bogotá!!” pero seguí caminando y en mi agitado andar, observé que la calle estaba rodeada de policías militares que miraban con cara de agresivos y con desconfianza; quise decir “buenos días” a uno de ellos, pero me detuve al observar que su mano estaba lista a tirar del gatillo del rifle ante cualquier incidente. Lo miré y temí el solo mantener miradas con él.
Llegué al colectivo ansioso para que se llenara rápido (total de 4 personas y yo era el único) y así poder estar a tiempo en el centro de tutorías; en menos de 5 minutos llegaron las otras 3 personas, ellxs fueron mi suspiro de paz ante tanta indiferencia en el camino, a cada unx pude decirles “buenos días” y tener la dicha de una amable contestación, con sonrisa incluida.
Como es común en los colectivos, se armó el diálogo entres personas desconocidas y el tema central fue el número de policías militares en las calles y cómo a pesar de eso, la delincuencia no disminuye sino que va en aumento. Luego mencionaron dos hechos importantes en el fin de semana:
– Los policías mataron a 2 jóvenes miembros de maras [pandillas] el fin de semana.
– Las maras mataron a una mujer el sábado por la noche
Continuaba la pregunta que tanto me aterrorizaba: ¿Dónde?
En la Rivera Hernández y en 6 de Mayo.
Justo a unas pocas cuadras de donde yo me dirijo cada mañana a realizar mi trabajo voluntario de CCM.
Seguí escuchando y sintiendo temor; pero en ese instante uno de los pasajeros me pregunta: “Usted es maestro verdad?, porque así parece y veo que siempre se baja después de mí en el colectivo; ya varias veces he venido con usted”
Yo no recordaba la cara de este señor, no me había percatado de que en varias ocasiones habíamos venido juntos y compartido el taxi colectivo, pero sus palabras fueron profundas para mí… “así parece” “varias veces he venido con usted”.
Esas palabras fueron mi paz, pensar en mi identidad que otros pueden apreciar a simple vista y tienen la confianza para confirmarlo, y también el saber que no soy un desconocido sino que la gente me reconoce y puede platicar conmigo; que a partir de ahora podría disfrutar mi camino a 6 de mayo sin ir pensando en el peligro o la inseguridad a cambio de una buena platica con alguien conocido o desconocido.
Cuánto tiempo perdí por no ver a mis acompañantes de colectivos!!! E ir viendo por la ventana a la defensiva lo que pueda ver pasar.
Hoy mismo me pasó eso, cuando ya solo íbamos 2 en el colectivo observé por la ventana a un hombre filmando con su cámara, al parecer era un periodista, el otro pasajero dijo:”ahí está el muerto”.
Mi mente reaccionó al instante y sentí ese momento decisivo; mi vida en Honduras no sería lo mismo después de ver una evidencia de la violencia e inseguridad del sector; sentí temor y una parte de mí se negaba a ver, aun con la conciencia de lo que ahí podría haber, la otra parte de mí quería confirmar hechos y observar.
El taxi pasó y obedecí a esa parte de mí que quería observar, y no había nada más que un caballo con una carreta. Ese fue mi grito de paz. Los tres en el colectivo reímos pensando en lo interesante que era grabar a un caballo llevando a cuestas una carreta; aunque por dentro sabia que frente a ese caballo está un centro de salud, y que dentro de este centro posiblemente había uno de los cuerpos sin vida de dos víctimas que hubieron esta mañana por un asalto. Una vez más mi ingenuidad provocada o lo que he llamado: “demencia intencional”, fue mi paz.
Cuando llegué al centro de tutorías, observé que la puerta principal estaba cerrada porque la educadora no había llegado; pensé en lo riesgoso de esperar fuera del centro luego de estar al tanto de las noticias del fin de semana; pero en eso una de las niñas del centro me gritó “Ilich” con un fuerte abrazo! Esa fue mi bienvenida! Me sentí tan bien! Se fue todo pensamiento en ese abrazo, la vida me volvió en el abrazo de esa niña. También me dijo cómo entrar ya que uno de los portones si estaba abierto y ahí esperamos un ratito a la educadora.
Al llegar la educadora, me confirmó todo lo que había pasado el fin de semana y la mañana de hoy… al compartirle que ya sabia de las noticias, me preguntó que donde lo había visto, si en la TV, periódico o internet. Mi respuesta fue: “en el colectivo”.
Pensar en que esta guerra está tan densa y oscura que toda la gente la vive y habla de ella me dio mucha desesperanza, quizá hasta pesimismo, pero los niños me recordaron que: HOY ES LUNES!!!
Para mí los lunes son mas o menos así, con actualización de noticias del fin de semana y un “sube y baja” de emociones, hasta que los niñxs dicen: HOY ES LUNES!!!
Ese grito es la esperanza que alimenta mi semana! Hoy lunes es el día de cantar, bailar, orar y aprender de la biblia. El día de hoy no tenemos clase de reforzamiento escolar sino que los 3 grupos de cada turno se unen para un tiempo de educación en la fe, jugando en cuerpo y alma.
Ante tanta guerra hay tanta paz!
Ante tanta maldad, hay tanta humanidad!
Eso hace de la vida un terreno de esperanzas y desesperanzas que me llevan a Jesús
El vino y pan
El dolor y la alegría.
Peace in the Midst of War
English translation:
Today I woke renewed after a long weekend of sharing with my community, enjoying conversations, walks, movies and games that filled my life and made me live love correctly. They reminded me how to be loved and loving, able to receive and give all the love that is set before me.
This was my weekend … this is my Monday:
At the bus stop two “rapiditos” did not stop, and with my host mom we walked a little more than usual in order to get a rapidito. When we finally boarded, two young people from our church were there, warm and cheerful. They were my peace amid frustration with the “rapilocos” (crazy buses).
Walking towards the collective taxi to head to 6 de Mayo, I was in the middle of the road and a bus went by, splashing dirty water from a puddle, wetting my pants, shoes and papers I had in my hand. Inside I shouted “Son of a Bogota! ” But I kept walking and in my agitated walk, I observed that the street was surrounded by military police who looked around with aggressive faces and with distrust; I wanted to say ” good morning ” to one of them, but I stopped when I saw that his hand was ready to pull the trigger of the rifle at any incident. I looked at him and was afraid just to exchange glances with him.
I arrived at the colectivo, anxious for it to be filled quickly (in collective taxis, there is a total of 4 people and I was the only one) so I could get to the tutoring center on time; in less than five minutes the other 3 people came. They were my breath of peace in the midst of so much indifference on the road, to each one I could say “Good morning” and have the joy of a polite reply with smile included.
As is common in collective taxis, conversation was struck up among these strangers; the central theme was the number of military police on the streets and how despite that fact, crime wasn’t decreasing but increasing. Then two important facts from the weekend were mentioned:
– The police killed two young gang members over the weekend
– The gang killed a woman Saturday night
Then followed the question that so terrified me: Where?
In the Rivera Hernandez and the 6 de mayo.
Just a few blocks from where I go each morning to do my volunteer work with MCC.
I kept hearing and feeling fear, but at that moment one of the passengers asked me: “You are a teacher, right? Because you look like one and I see that you always get off after me in the colectivo; several times now I have come with you.”
I could not remember the face of this man; I had not noticed that on several occasions we had traveled together and shared the colectivo, but his words were profound for me … “You look like one”, “several times I have come with you.”
Those words were my peace, thinking about my identity that others can see at a simple glance and have the trust to confirm it, and also knowing that I am not a stranger, but that people recognize me and can chat with me; that from now on I could enjoy my journey to 6 de Mayo without thinking about danger or insecurity in exchange for a good conversation with someone known or unknown.
How much time I lost in not seeing my bus companions!!! And looking out the window on the defense for what I might see pass by.
Today this also happened: when there were only two passengers in the colectivo, and I observed through the window a man filming with his camera, apparently a journalist, the other passenger said, ”There’s the dead person.”
My mind reacted instantly and I felt that decisive moment; my life in Honduras would not be the same after seeing evidence of violence and insecurity in the sector; I felt fear and a part of me refused to see, but even with the awareness of what there could be, the other part of me wanted to confirm facts and observe.
The taxi passed and I obeyed that part of me that wanted to see, and there was nothing more than a horse with a cart. That was my cry of peace. The three in the group laughed thinking how interesting it was to record a horse lugging a cart, but inside me I knew that that horse is facing a health center, and that within this center was possibly one of the bodies without life of the two victims of assault from this morning. Once again my provoked naivety, or what I have called “intentional dementia,” was my peace.
When I arrived at the tutoring center, I noticed that the door was locked because the teacher had not arrived. I thought about how risky it was to wait outside the center after being so aware of the news of the weekend, but in this one of the girls from the center yelled to me, “Ilich” with a big hug! That was my welcome! It felt so good! All thoughts left in that embrace, life returned to me the embrace of that little girl. She also told me how to get inside one of the gates that was already open, and there we waited a while for the educator.
When the educator arrived, she confirmed to me all that had happened over the weekend and this morning. Upon sharing with her that I already know the news, she asked me where I had seen it, whether on TV, in the newspaper or on the internet. My answer was: “the colectivo.”
Thinking about this war that is so dense and dark that all the people live and speak of gave me a lot of despair, even pessimism, but the children reminded me that: TODAY IS MONDAY!
For me Mondays are more or less like this, with updated news report from the weekend and a seesaw of emotions, until the children say: TODAY IS MONDAY !
That cry is the hope that feeds my week! Today, Monday, is the day of singing, dancing, praying, and learning from the Bible. Today we do not have school reinforcement classes, but the 3 groups of each shift come together for a time of faith education, playing in body and soul .
In the presence of war, there is so much peace!
In the presence of so much evil, so much humanity!
This makes life a land of hope and despair that leads me to Jesus
The wine and the bread
The pain and the joy.
[…] This post originally appeared on the Honduras Connecting Peoples Blog […]
[…] http://connectingpeopleshonduras.wordpress.com/2013/10/22/paz-en-medio-de-la-guerra/ […]